No existe separación en las percepciones sobre trabajadoras sexuales por dinero.
(comercio sexual de corte tradicional) y aquellas que lo hacen por drogas/regalos. El
riesgo de adquirir el virus se deposita exclusivamente en ellas: no hay conductas de
riesgo masculinas frente al VIH/SIDA. Los hombres entrevistados en desventaja social
entienden que la prevención en relaciones sexuales se debe realizar con ellas pero no en
otros tipos de contactos sexuales. Finalmente, las Trabajadoras Sexuales son entendidas
como “las otras” de la calle y las drogas, con quienes el contacto es excluyente y lejano,
pero que de todos modos constituye una “amenaza” para la adquisición del virus en
cuanto integran la comunidad, sin ser las personas que optan por un contacto sexual
responsables de prevención. El foco de control en este grupo de hombres, parece no ser
interno.
Testimonio.
Yo conozco a varias de esas mujeres que están ahí prostituyéndose
de cuando eran chicas que tienen la misma edad que yo y ahora
son pero consumidoras en lo que es la pasta base y ahí
prostituyéndose para seguir para fomentar la droga que las tiene ahí
mismo. (…) y sobre todo a contraerlo ellas y a contagiarnos en la en la misma comunidad que esta ahí mismo que son los como los
clientes que tienen ellas en ese momento.
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